Chef Zahie Téllez en la búsqueda y la traza de maridajes (Foto: Sergio Mendoza )
Robustez, carácter, notas de cacao y café expreso; además de una plena
empatía con la cocina mexicana, los postres y los platillos
tradicionales de la época invernal, son elementos distintivos de la
nueva variedad de cerveza Chocolate Stout, lanzada por Bohemia como el
punto de encuentro de una nueva visión de la experiencia gastronómica,
enmarcando un juego de contrastes, de sugerencias en paladar y aroma,
que realza la fineza y sofisticación de la cocina nacional.
Reynold Montemayor, director de marca, advierte que desde su aparición en 1905, Bohemia se ha perfilado como una cerveza para disfrutar como parte de la experiencia gastronómica. La aparición de Bohemia oscura y Bohemia Weizer ha reforzado esta propuesta, en sintonía con otras actividades como es la participación de la chef Zahie Téllez en la búsqueda y la traza de maridajes, así como el desarrollo de Distinción Bohemia, reconocimiento a lo mejor de la industria restaurantera nacional, con el punto adicional de buscar los encuentros más amables de las culinarias regionales con los sabores característicos de cerveza Bohemia en sus distintas variantes.
“Es toda una aventura de los sentidos. Distinción Bohemia no surge con la idea de forzar los maridajes de la cocina mexicana con cerveza. Antes que nada es una valoración de lo mejor de nuestra culinaria. Sin embargo es emocionante cuando, por ejemplo, maridas la Chocolate Stout con los mariscos de Ensenada; o cuando la pruebas con los guisos tradicionales de la cocina yucateca. Queda claro todo el valor de los platillos de los distintos puntos del país, pero más aún las posibilidades de proyectar esas delicias con un maridaje espléndido de cerveza.
“Actualmente estoy en una etapa de descubrimientos, de nuevas experiencias. Enrique Elizondo me ha abierto las puertas de su espacio de trabajo para probar todas las variedades de maltas y encontrar la gama de detalles que pueden ofrecer a los sentidos. La cerveza es un pan líquido, como resaltaban los antiguos, un alimento que funciona como ingrediente y acompañamiento excepcional de muchos platillos”, dice Zahie Téllez.
IMPULSAR UNA COSTUMBRE
El vino, destaca Montemayor, está logrando una creciente aceptación entre los mexicanos como parte de la experiencia gastronómica cotidiana. Sin tratar de rivalizar con esa realidad, el objetivo ahora es impulsar entre los comensales el consumo de estas bebidas Premium, con la Chocolate Stout, de manera que se integren conscientemente al goce de los platillos.
“Labores como las de Zahie están encaminadas a orientar a los consumidores sobre las distintas opciones de maridaje que ofrece la bebida. Cada caja de cerveza va acompañada con un tríptico en el que se brindan diversos detalles sobre sus características, así las sugerencias de la chef en cuanto a sabores, aromas y distintos maridajes. Queda claro que es una cerveza enfocada para el deleite gastronómico. Se puede disfrutar sola, pero el encuentro con la cocina invita a otras grandes experiencias”, dice.
Montemayor resalta que la incorporación con Heineken no significó para la cervecera mexicana una pérdida de identidad. Implica el acceso ineludible a una economía global y a estándares muy exigentes de calidad internacional; sin embargo el espíritu de la industria nacional es algo que sigue vigente y que reconocen los empresarios extranjeros.
“Sólo mira nuestro emblema: la imagen de Cuauhtémoc. ¿Quieres algo más mexicano? Hoy estamos en 32 países y la esencia de nuestra empresa sigue siendo México. Ésta es una forma de trabajar por nuestro país, de poner nuestra parte como debemos hacerlo todos. Pensemos en ese gran tesoro que representa nuestra cocina y que nos corresponde enaltecerlo. Hacemos nuestra parte en ese sentido”, subraya.
Como parte de esta proyección, advierte que la empresa ha establecido el diplomado de Maestro sommelier cervecero, enfocado a instruir a profesionales en torno al tema. Dirigido en esta ocasión por el sommelier catalán Josep Baeta, el curso se ha enfilado a brindar a especialistas en el tema de excelentes vinos y destilados las bases y los procesos de esta bebida que hoy va de la mano con las grandes expresiones de la culinaria mexicana que tanta fama han dado al país.
Reynold Montemayor, director de marca, advierte que desde su aparición en 1905, Bohemia se ha perfilado como una cerveza para disfrutar como parte de la experiencia gastronómica. La aparición de Bohemia oscura y Bohemia Weizer ha reforzado esta propuesta, en sintonía con otras actividades como es la participación de la chef Zahie Téllez en la búsqueda y la traza de maridajes, así como el desarrollo de Distinción Bohemia, reconocimiento a lo mejor de la industria restaurantera nacional, con el punto adicional de buscar los encuentros más amables de las culinarias regionales con los sabores característicos de cerveza Bohemia en sus distintas variantes.
“Es toda una aventura de los sentidos. Distinción Bohemia no surge con la idea de forzar los maridajes de la cocina mexicana con cerveza. Antes que nada es una valoración de lo mejor de nuestra culinaria. Sin embargo es emocionante cuando, por ejemplo, maridas la Chocolate Stout con los mariscos de Ensenada; o cuando la pruebas con los guisos tradicionales de la cocina yucateca. Queda claro todo el valor de los platillos de los distintos puntos del país, pero más aún las posibilidades de proyectar esas delicias con un maridaje espléndido de cerveza.
“Actualmente estoy en una etapa de descubrimientos, de nuevas experiencias. Enrique Elizondo me ha abierto las puertas de su espacio de trabajo para probar todas las variedades de maltas y encontrar la gama de detalles que pueden ofrecer a los sentidos. La cerveza es un pan líquido, como resaltaban los antiguos, un alimento que funciona como ingrediente y acompañamiento excepcional de muchos platillos”, dice Zahie Téllez.
IMPULSAR UNA COSTUMBRE
El vino, destaca Montemayor, está logrando una creciente aceptación entre los mexicanos como parte de la experiencia gastronómica cotidiana. Sin tratar de rivalizar con esa realidad, el objetivo ahora es impulsar entre los comensales el consumo de estas bebidas Premium, con la Chocolate Stout, de manera que se integren conscientemente al goce de los platillos.
“Labores como las de Zahie están encaminadas a orientar a los consumidores sobre las distintas opciones de maridaje que ofrece la bebida. Cada caja de cerveza va acompañada con un tríptico en el que se brindan diversos detalles sobre sus características, así las sugerencias de la chef en cuanto a sabores, aromas y distintos maridajes. Queda claro que es una cerveza enfocada para el deleite gastronómico. Se puede disfrutar sola, pero el encuentro con la cocina invita a otras grandes experiencias”, dice.
Montemayor resalta que la incorporación con Heineken no significó para la cervecera mexicana una pérdida de identidad. Implica el acceso ineludible a una economía global y a estándares muy exigentes de calidad internacional; sin embargo el espíritu de la industria nacional es algo que sigue vigente y que reconocen los empresarios extranjeros.
“Sólo mira nuestro emblema: la imagen de Cuauhtémoc. ¿Quieres algo más mexicano? Hoy estamos en 32 países y la esencia de nuestra empresa sigue siendo México. Ésta es una forma de trabajar por nuestro país, de poner nuestra parte como debemos hacerlo todos. Pensemos en ese gran tesoro que representa nuestra cocina y que nos corresponde enaltecerlo. Hacemos nuestra parte en ese sentido”, subraya.
Como parte de esta proyección, advierte que la empresa ha establecido el diplomado de Maestro sommelier cervecero, enfocado a instruir a profesionales en torno al tema. Dirigido en esta ocasión por el sommelier catalán Josep Baeta, el curso se ha enfilado a brindar a especialistas en el tema de excelentes vinos y destilados las bases y los procesos de esta bebida que hoy va de la mano con las grandes expresiones de la culinaria mexicana que tanta fama han dado al país.
http://www.eluniversal.com.mx/articulos/67155.html
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