La Bodega Finca Las Moras posee una colección llamada Alma Mora de buena calidad en su relación de costo – calidad (Foto: Jorge Sánchez )
Buscando introducir nuevas alternativas en la combinación de sabores entre los vinos de mesa y la comida japonesa se llevó a cabo una cata con degustación de sushis y niguiris del restaurante Wa Palmas José Sandoval con la asesoría experta de la sommelier Georgina Estrada, de la línea de vinos argentinos Alma Mora.
La Bodega Finca Las Moras posee una colección llamada Alma Mora de buena calidad en su relación de costo – calidad, son vinos jóvenes de no más de cuatro meses en toneles de roble, muy versátiles y están pensados para ser vino de calidad de consumo diario, son etiquetas dirigidas en gran medida a la mujer contemporánea y al público juvenil que gusta del vino.
DELICIOSO ACOMPAÑAMIENTO
Junto con sushis y piezas de niguiris que el restaurante ofreció, se cataron tres vinos. El primero fue Alma Mora, Pinot Griogio un vino blanco que a la vista presenta color amarillo brillante con reflejos verdosos. Sus aromas evocan a frutas como damasco y citrus, es de un gusto fresco, afrutado con equilibrada acidez. Para maridar se sugiere acompañarlo con carnes blancas, curry y otras comidas asiáticas. También puede ir acompañado de ensaladas, pescados muy suaves o en el caso de pescados grasos sólo se aconseja que sea fileteado en porciones muy delgadas.
El siguiente néctar de la noche fue Alma Mora Malbec un vino tinto que a la vista ofrece color púrpura intenso con matices violáceos. Entre los aromas que despide destacan los frutos rojos y el chocolate. Es de un gusto jugoso con notas a canela, vainilla y pan tostado que proviene de su crianza en roble francés. Para maridar es un gran complemento para la carne asada y para pastas acompañadas de salsa de tomate. También se aconseja utilizar para quesos sencillos o pescados más grasos y en porciones abundantes.
Para cerrar con broche de oro se sirvió Alma Mora Cabernet Sauvignion, un vino tinto de color rojo rubí intenso, en cuanto al aroma despide olor de pimientos maduros y cerezas negras con notas de tabaco y chocolate. Los taninos tiernos y elegantes le aportan un largo y placentero final de boca. Resulta un excelente acompañamiento para las carnes rojas picantes y quesos maduros solos. Nuevamente, pescados más grasos como el salmón o atún armonizan con este néctar de la vid.
Estos tres vinos se pueden definir como simpáticos, afrutados y elegantes. La elaboración es por cosecha manual a una altitud de 650 metros. Resultan muy buenos para acompañar carnes rojas, pastas y comida japonesa, aunque se pueden combinar con prácticamente todo.
Generalmente los sommeliers recomiendan degustarlo entre los 15 y los 18 grados Celsius y se ofrecen al público en las vinotecas especializadas y también en algunos supermercados.
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