viernes, 30 de septiembre de 2011

La herencia de Baco da sus frutos

Los racimos se escogen para eliminar las uvas en mal estado. // G.N
 
El fin del verano trae a la comarca las últimas ferias y romerías, pero los morracenses se ven obligados a responder a una llamada que cada año se produce por estas fechas. La herencia de Baco, dios del vino, pasa por las manos de los dedicados viticultores de la comarca, que este año empiezan antes su trabajo por la inestabilidad meteorológica que ha caracterizado la época estival. Mientras en Cangas la vendimia avanza a buen ritmo desde hace unos días, la localidad de Donón iniciaba ayer la recogida de la uva más madura y la mayoría de los viñedos de Cela recibirán hoy a los primeros trabajadores.

 Las distintas localidades de O Morrazo cultivan una amplia variedad de tipos de uva en terrenos más o menos grandes y en un tiempo mayor o menor, pero todos los cosecheros coinciden en que "la cosecha de este año es tan buena como la del anterior", afirma el presidente de la Asociación de Viticultores de Cela, Fernando García Cendón. Los bruscos cambios de tiempo, sin embargo, han provocado que la vendimia sea más laboriosa que la de otros años porque "coa chuvia pudre máis uva e hai que pararse a escollela", señala Eduardo Iglesias, vecino de Donón. Sus viñas recibían ayer a los primeros trabajadores, aunque otras parcelas del lugar terminaban de recoger los últimos racimos. "Empezamos con la uva tinta porque tenemos menos. Mañana le toca al albariño y el espadeiro porque tardan más en madurar", explica el de Donón. En esta zona, la elaboración del vino se ha modernizado y "casi nadie pisa la uva. La pasamos por la despalilladora para separar la uva del raspón y luego el mosto se mete al barril", señala. Las nuevas tecnologías llegan también a las predicciones del tiempo y se extiende el uso de internet para saber si lloverá o no.

 Los vecinos de Cangas se han adelantado y llevan ya varios días con la recolección de la cosecha. María del Carmen Fernández y su familia empezaron el fin de semana el trabajo con la uva blanca y tinta. Todavía tienen "para varios días porque é moito traballo", señala la canguesa. En la zona de San Pedro, las parcelas vitícolas son pocas pero abundantes en el fruto que se obtiene de ellas. La familia de Marisa Docío se reúne cada año para llevar a cabo de una viña con "varios" tipos de uva: blanca de mesa, de fresa blanca, tinta de Jaca y la Catalán Roso". El viernes empezaron con la tinta, que ya está prensada en sus barriles, y continuarán con la blanca en unos días porque "tarda más en madurar al estar en una zona de sombra y aún le falta dulzor". Su hermano, Luís Docío, explica que esta cosecha es "máis abundante porque traballamos noutra finca que nos cederon para que non quedase sen cultivo". De ahí que tengan en mente llegar a producir cerca de 700 litros de vino frente a los 400 que darían tan solo sus tierras. El proceso es laborioso para ellos porque todavía lo hacen "a maneira tradicional: pisamos as uvas, temos una lagareta de madeira para prensar o mosto e aínda temos barriles antigos de madeira". Este año han decidido empezar a modernizarse y sus bodegas cuentan ya con dos barriles de acero inoxidable que conservan el vino cerrados herméticamente. En pocos días, estos recipientes estarán llenos de un mosto que en pocos meses se podrá pasar al barril en el que el tradicional vino casero de la comarca tomará la consistencia necesaria para la mesa.

Cristina Rodas O Morrazo http://ocio.farodevigo.es/gastronomia/noticias/nws-30563-la-herencia-baco-da-sus-frutos.html

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