El ingrediente clave de la uva y otros alimentos es el
resveratrol, un polifenol que protege a las células.
El ingrediente crucial, que se encuentra en vegetales y alimentos,
particularmente en la uva del vino tinto, es el resveratrol.
Pero los científicos no han logrado ponerse de acuerdo en cuáles son los
mecanismos que producen esta protección en el organismo.
Ahora científicos en Estados Unidos afirman que encontraron "la clave" de
este proceso.
El resveratrol, afirman los investigadores de la Escuela Médica de la
Universidad de Harvard, prolonga la vida y la buena salud porque incrementa el
abastecimiento de energía en la mitocondria, el "motor" de las células.
El hallazgo, dicen los científicos en la revista Cell Metabolism,
podrá conducir en el futuro a nuevos tratamientos potenciales para combatir
los efectos del envejecimiento.
Estudios pasados ya habían mostrado que el resveratrol -que es un compuesto
polifenol- actúa como antioxidante evitando los daños que causan en el ADN unas
moléculas llamadas radicales libres.
Este daño celular ha sido vinculado al desarrollo de cáncer, diabetes y
enfermedades cardiovasculares.
Estos estudios, sin embargo, han mostrado resultados contradictorios en
distintos grupos de animales y hasta ahora no han podido ser confirmados en
humanos.
Ahora el profesor David Sinclair y su equipo afirman que encontraron cómo es
que actúa el resveratrol en las células y protege al organismo.
Sirtuinas
Durante la pasada década, el equipo de investigadores ha estado llevando a
cabo estudios con una variedad de organismos: desde levadura, lombrices, moscas
hasta ratones.
Los estudios en los primeros tres organismos, explican los investigadores,
mostraron que el reveratrol logró incrementar la producción de energía y la
salud general de las células activando un tipo de genes, llamados sirtuinas, que
son esenciales para la buena función de la mitocondria.
Se ha demostrado que el buen funcionamiento de este "motor" celular es
esencial tanto para una vida larga como para la salud general.
"Los resultados fueron sorprendentemente claros. Sin el gen SIRT1 que se encarga de mejorar la función de la mitocondria, el resveratrol no funciona"
Prof. David Sinclair
En las investigaciones con levadura, lombrices y moscas los científicos
desactivaron un gen de las sirtuinas, el SIRT1, y descubrieron que las células
que no tenían este gen no respondían a los efectos del resveratrol.
Ahora, tal como explican en el nuevo estudio, lograron por primera vez
confirmar el hallazgo en mamíferos con un modelo de ratones modificados con el
gen SIRT1 desactivado.
"Los resultados -dice el doctor Sinclair- fueron sorprendentemente
claros".
"Sin el gen SIRT1 que se encarga de mejorar la función de la mitocondria, el
resveratrol no funciona".
Cuando los científicos dieron a los ratones con el SIRT1 desactivado dosis
bajas de resveratrol no se encontró una mejora en la función de la
mitocondria.
Mejor función vascular
Pero los animales con el SIRT1 normal que recibieron resveratrol mostraron
"un incremento drástico en los niveles de energía", dicen los autores.
Estos animales, agregan, mostraron una mejor función vascular y metabólica,
una reducción en la inflamación y, en general, las células lograron utilizar la
energía de forma más eficiente.
Otro largo debate con el resveratrol es que los estudios en el pasado habían
mostrado que el compuesto actúa de distintas formas según las diferentes
dosis.
En la nueva investigación, el profesor Sinclair parece haber resuelto este
problema.
Tal como lo esperaban, los científicos encontraron que en los ratones que
recibieron dosis muy altas de resveratrol tuvieron efectos tóxicos y
perjudiciales.
Por ejemplo observaron cambios en las células que produjeron los efectos
contrarios de las dosis bajas: un uso menos eficiente de la energía y muerte
celular prematura.
Según el investigador, como el resveratrol actúa directamente sobre el SIRT1,
se pueden moderar las dosis del compuesto sin causar los daños de las dosis
altas.
El investigador cree que el hallazgo podrá conducir en el futuro al
desarrollo de un tratamiento que pueda regular la función del gen SIRT1 para
evitar los efectos del envejecimiento sin los riesgos de una dosis alta de
resveratrol.
Miércoles, 2 de mayo de 2012
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