René Rentería es catador profesional y sommelier certificado de acuerdo con la Norma Oficial Mexicana Competencia Laboral del Vino. Director de la empresa “R&R WINE CONSULTING AND TRAINING”.
Publica su columna ‘El escritorio de Baco’ en el periódico El Financiero, además de ser el titular de la sección de vinos y gourmet en el programa radiofónico de ‘Enfoque Financiero’ de Núcleo Radio Mil.
Licenciado en Derecho por Ia Universidad Anáhuac, cuenta con un posgrado en Impuestos Internacionales por Ia Universidad de Harvard. Este perfil lo hace por demás interesante, pues combina no solo el conocimiento sobre vinos, sino también una visión internacional que lo posiciona con ventajas en el ejercicio de la comunicación y el conocimiento de políticas públicas.
Desde la visión de un experto, ¿cómo estamos en cuanto a producción, consumo y conocimiento del vino en México de una década atrás a hoy 2012?
El consumo de vino se ha triplicado en los últimos diez años. Hablando de bodegas mexicanas, hace una década existían 20; actualmente contamos con 90. El consumo de vino igualmente ha aumentado; en promedio, el mexicano consume cerca de medio litro de vino al año por persona y cada año va en aumento. En 2001 se consumían poco más de 22 millones de litros, mientras que en 2011 se consumieron más de 60 millones de litros de vino.
¿Qué sucede con algunos vinos mexicanos que son más caros que vinos extranjeros?
La mayoría de los productores mexicanos son pequeños y, a diferencia de países como Chile o España, no contamos con los apoyos e incentivos fiscales o agrícolas, como subsidios, con que dichos países cuentan. Los impuestos que se pagan por una botella de vino nacional o extranjero son los mismos (IEPS e IVA), el problema son los altos costos que implica producir vino en México. Salvo aproximadamente 5 bodegas, que debido a su gran producción pueden ofrecer vinos de meno de 100 pesos, la mayoría no puede tener en su catálogo vinos de estos precios. Sin embargo, más del 90 por ciento de los vinos mexicanos se venden en un precio promedio de 130 pesos.
¿Son de mejor calidad?
En México, que un vino mexicano sea caro no significa que sea mejor. Existen vinos magníficos, cuyo precio promedio es de 500 pesos. La calidad no es directamente proporcional al precio.
¿Están por encima de lo que valen?
Algunos vinos, sí.
¿Ves incipiente una cultura del consumo del vino? ¿O se va a hacer una tendencia al elitismo?
La cultura está creciendo. El problema es que existe mucha desinformación y en ocasiones quienes deberían estar obligados a informar (que afortunadamente no son todos), no se preocupan por investigar, y se conforman con repetir información proporcionada por expertos mundiales o productores. El vino siempre será una bebida sofisticada, pero ello no implica que sea para unos cuantos. El hombre lleva más de 6 mil años bebiendo esta maravillosa bebida, no podemos reservarla para algunos. La pedantería de algunos no ayuda a acercar el vino a quienes tienen interés en aprender. El vino no es pose, es goce.
Por una situación histórica se dejó de producir vino en México. No se pueden recuperar siglos perdidos; sin embargo, entrando un poco a la visión del futuro, ¿cómo vez a México en 50 años en torno a la cultura del consumo de vino?
Según Luis Cetto, para el 2015 se espera un consumo de 108 millones de litros de vino. Si se da un crecimiento sostenido en este sentido, el consumo aumentará y tengo la esperanza que el mercado potencial de bebedores de vino que existe en México, que asciende a 10 millones de personas, se acerque sin miedo a esta bebida y la haga parte de su dieta cotidiana.
Tú diseñaste la carta de vinos para PF Changs México, un restaurante accesible para un gran mercado. ¿Cómo han sido los resultados obtenidos?
Tengo el gusto de compartirte que el consumo de vinos en esta cadena ha aumentado considerablemente, gracias a una carta amigable que los orienta a seleccionar sus vinos en función de los alimentos que pidieron.
Hablemos de la capacitación, del servicio del vino en restaurantes. ¿Cómo estamos al respecto?
La cultura del vino en México es relativamente nueva. Falta mucho camino por recorrer. Hay una clara falta de capacitación en restaurantes, pero estas empresas comienzan a preocuparse por ofrecer un servicio de calidad en el vino. La responsabilidad no es sólo de este sector de la economía, sino también de los prestadores de servicio que ofrecen capacitación en este tema, que deben de estar en constante actualización.
Si alguien quiere estudiar para ser sommelier, ¿qué le recomiendas tú? ¿Qué se necesita y dónde es ideal hacerlo?
Recomiendo donde yo comencé. En LA CAVE, club del vino en la Ciudad de México y este año en la Universidad CESSA, ofreceremos la primera maestría de Administración del Vino en América Latina.
Gabriel Gutiérrez García
De: La Primera Plana